Dos países de América Latina con lugares comunes y festejos asociativos inspiradores

La organización mutual es un camino que corresponde seguir en la pospandemia Covid-19, con miras a la construcción y reconstrucción asociativa de nuestras vidas cotidianas en los componentes económicos, sociales, ambientales y políticos. El mutualismo tiene un largo recorrido en América Latina; ha sido la forma de organización social y económica que ha dado respuesta a muchas de las necesidades sociales, especialmente de los trabajadores y sus familias en tiempos de crisis. Queremos referirnos y conmemorar el “Día Nacional del Mutualismo”, que tiene como objetivo movilizar, re-unir y pensar con el otro, la idea y propuesta mutual en el marco de la economía social y solidaria. Se celebra el primer sábado de octubre de cada año y fue declarado por Decreto nacional número 22.946 del 25 de septiembre de 1945. Esta Señala una fuerte convicción de fortalecer la conceptualización y promover los principios fundamentales como organizaciones con contenido social y nacional. Aunque puede resultar reiterativo, es oportuno compartir, sociabilizar, profundizar y aumentar la conciencia sobre la conceptualización de las mutuales que en el caso argentino lo define la Ley número 20.321 en su artículo 2º como: “… las constituidas libremente sin fines de lucro por personas inspiradas en la solidaridad, con el objeto de brindarse ayuda recíproca frente a riesgos eventuales o de concurrir a su bienestar material y espiritual, mediante una contribución periódica”. Esta definición gira en torno, tiene como brújula y es inseparable de los principios institucionalizados en el IV Congreso Nacional de Mutualismo Argentino de 1979, que debemos aumentar en su conocimiento, equilibrio y comprensión sistémica. De ellos depende toda gestión mutual, continúan siendo válidos, actuales y son los siguientes: 1. adhesión voluntaria; 2. Organización democrática; 3. Neutralidad institucional (política, religiosa, ideológica, racial y gremial); 4. contribución acorde con los servicios a recibir; 5. Capitalización social de los excedentes; 6. Educación y capacitación social y mutual y 7. Integración para el desarrollo. Siete principios de orientación que lejos de ser del pasado, recobran actualidad y se presentan como una hoja de ruta inclusiva para acceder a servicios y productos que individualmente no podemos acceder. A su vez estas prescripciones diferencian a las mutuales de otros tipos empresarios o económicos. Iluminan estas ideas las palabras del Papa Francisco cuando expresó: “Una sociedad es tanto más humana cuanto más sabe cuidar a sus miembros frágiles y que más sufren, y sabe hacerlo con eficiencia animada por el amor fraterno. Caminemos hacia esta meta, procurando que nadie se quede solo, que nadie se sienta abandonado”. (Pontifex_ex, septiembre 17, 2021). El mutualismo en Argentina es una propuesta política, doctrinaria y organizacional que se expresa en el accionar concreto y actual de 3.039 mutuales que reúne a 10.129.547 asociados de las distintas tres categorías establecidas en la Ley 20.321 artículo 8° y en los diferentes contextos. (Cooperativas y Mutuales: un motor para la economía social. www.economíasolidaria.com.ar, CGCyM, 19 de enero de 2021). En el caso de Colombia, el mutualismo tiene sus primeras manifestaciones a mediados del siglo XIX con las organizaciones de los artesanos durante el periodo Presidencial de José María Melo. Estas primeras expresiones de solidaridad fueron el germen de las alternativas de ayuda mutua entre los trabajadores, a favor de mejores condiciones de vida. En el siglo XX, el mutualismo tuvo impactos significativos en muchos de los sectores productivos y de servicios, que son un referente en las formas alternativas de organización. La normativa de este sector tuvo sus primeros desarrollos durante los Gobiernos liberales en la década de los 30, especialmente en el Gobierno de López Pumarejo denominado la segunda república liberal. Sin embargo, fue con el Decreto 1480 del 1989 bajo el Departamento Nacional de Cooperativas y la Ley 454 del 1998, resultado de la nueva Constitución del 91, que el mutualismo obtuvo mayor reconocimiento y desarrolló todo su potencial. La crisis económica que ha golpeado a la población colombiana en las últimas décadas del siglo XXI ha hecho que se vuelva la mirada hacia las formas asociativas, que a través de la historia han logrado proponer salidas y dejar enseñanzas frente a las crisis económicas. La renovación de las formas solidarias de hacer economía, ponen en la escena la importancia y pertinencia del mutualismo en Colombia y la integración con el continente; la propuestas como la creación de la cámara colombiana de la economía social y solidaria que surge en junio del 2016, es un buen ejemplo de cómo la mutualidad en Colombia responde ante las crisis con propuestas concretas frente a los desafíos de los tiempos actuales. El pasado 25 de agosto del presente año, el Gobierno de Colombia, sancionó la Ley 2150, por la cual se conmemora y se declara el 5 de octubre como el día nacional de la mutualidad. Este es un merecido reconocimiento a los trabajadores, hombres y mujeres, que lograron constituir formas de organización frente a la adversidad económica que hoy nos inspira. Esta presencia demuestra que a los pueblos y ciudades con organización y gestión de mutuales y cooperativas les va mejor y presentan mayores opciones de accesibilidad sin discriminaciones y energías comunitarias solidarias. La conexión virtuosa y contribución de las mutuales y al cumplimiento de los ODS: En esta conmemoración queremos señalar y realzar que la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, fertilizan los valores, los principios y la acción mutual. A su vez el mutualismo en los ámbitos nacional e internacional es un actor clave en la difusión de sus principios, asignación presupuestaria, implementación y seguimiento. Esta conexión virtuosa que potencian las cinco “P” del desarrollo sostenible basadas en:  a) Personas; b) Progreso; c) Planeta; d) Paz y d) Partenarido – Participación; esas cinco “P” fortalecen el plan estratégico de futuro y hacen parte del trabajo a largo plazo de las mutuales. Un comportamiento fundamental para la implementación de la Agenda 2030 es la unión intersectorial, multiactor y multinivel de la economía social y solidaria, tal como lo promueve el ODS número 17 “alianzas para lograr los objetivos”, dado que los ODS

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