Liderazgo, salud física y mental
Por: José Tomas Silva Morantes Bueno, ¿se ha fijado en el físico de los líderes? ¿Se puede ver o intuir su fuerza mental? Posiblemente sí. Observe unos elementos conceptuales sobre este tema, forme o fortalezca su opinión. Muchas veces sorprende la falta de capacidad de algunos líderes o mejor la falta de liderazgo de los dirigentes y aquí puede estar el meollo del asunto. En que no son líderes, solo son dirigentes por la fuerza que les otorga un nombramiento, por nada más; alguien los nombró. Generalmente al hablar de liderazgo se dice del conocimiento técnico, habilidades de dirección, de conocimiento sobre negocios y estrategia y, sobre todo, de habilidades soft y de gestión de equipos, y se olvida una de las cosas más importantes, el bienestar físico y el equilibrio emocional. Se deja de lado algo fundamental en la vida del ser humano y es que; si bien es cierto que el trabajo de un líder es enriquecedor, también es exigente y estresante. Desde tiempos antiguos se sabe que sin fuerza mental es imposible ser líder, pues sea cual sea el reto, un buen líder tiene que controlar sus sentimientos. Bienestar físico y el equilibrio emocional, son la ecuación perfecta que asegura una exitosa presentación y un eficiente desempeño del liderazgo. Tenga presente que en momentos de estrés, el cuerpo está en alerta y preparado para huir. Los músculos, órganos, hormonas y neurotransmisores están preparados para tener una respuesta corporal explosiva, fuerte, intensa; algo muy parecido a una puesta a punto para escapar de una amenaza. Recuerdo como dice el Psiquiatra Miguel Ángel Ordoñez en sus investigaciones: “el ser es violento porque siente miedo y no puede huir”. Todo esto es una contraseña fuerte de desgaste. Aquí la persona necesita una fuerza especial, mayor a la común, para resolver favorablemente cualquier situación. Una situación estresante y sostenida por largo del tiempo, agota, conduce a enfermedades, dolores de cabeza, de espalda, resfriados constantes, problemas digestivos, pérdida de pelo, trastornos del sueño… son solo consecuencias de forzar la máquina. “Nuestro cuerpo no está preparado para la vida sedentaria y artificial que llevamos. No está preparado para estar en las condiciones en las que lo obligamos a estar: con músculos que se han acortado por la postura, con órganos no entrenados y con una actividad mermada por mala alimentación y hábitos, con un funcionamiento caótico. Tener un cuerpo que no ejercitamos es el equivalente a comprarse un coche de alta gama y no pasar de tercera en autopista, ponerle gasolina de baja calidad y no pasar las revisiones. No nos sorprendamos si de pronto deja de funcionar.” (Liderazgo Por Lidia Nicolau 23/01/2019). ¿Pero tiene que ver algo el ejercicio físico con el liderazgo? Sí, si la máquina no está preparada, no puede dar respuesta a las necesidades del proyecto ni del equipo, funciona a medias y ambos modos se resienten, y se da un ejemplo muy negativo a los miembros de nuestro equipo. ¿Quién va a querer ir por el mismo camino de alguien que sufre y está en malas condiciones? Además como ya se dijo el bienestar físico es premisa de una ecuación perfecta con el equilibrio emocional. En el ejercicio del liderazgo, la fuerza emocional es la clave del éxito. En algunas circunstancias es posible tener momentos difíciles, miedos, temores, dudas, incertidumbres; es menester tener un interior bien fuerte, para disminuir el estrés, superar las dificultades y lograr los resultados anhelados. Igualmente en un momento se puede perder el impulso y tener una derrota; es aquí en condiciones difíciles cuando se hace necesario sacar toda la fuerza interior física y mental. El accionar del líder en estos tiempos es más complejo, a veces espinoso es cuando su trabajo es darle fuerza al equipo para lograr confianza ánimo ganador y obtener los logros. El ejercicio físico puede ayudar al mejor desempeño del liderazgo: Es cuestión de entrenamiento, riguroso, permanente, exigente y funcional. He aquí el consejo de los expertos: Mantenga permanentemente estas normas de vida Mens sana in corpore sano. Cuando hacemos ejercicio nos centramos en otra cosa distinta y cambiamos el foco, liberando nuestra mente. Keep calm. Con el ejercicio nos sentimos más tranquilos ya que bajamos nuestros niveles de cortisol y de norepinefrina, asociadas al estrés y la ansiedad. Nuestro cuerpo las absorbe y nos deshacemos de estas malas compañías. Be happy. Cuando hacemos ejercicio físico nos sentimos más felices y baja nuestra tensión. Esto se debe a que aumentamos las endorfinas, también conocidas como hormona de la felicidad. El placer es nuestro. Otro de los beneficios del ejercicio físico es la mejora de la autoimagen, lo que nos hace sentir más seguros y aumenta nuestra sensación de eficacia y placer. Una más y muy importante: Sé inteligente descansa lo necesario, debes tener suficientes reservas para cuando llegue ese momento de utilizarlas a fondo. Por último recuerda Líder: 1. Enfócate en lo que te motiva 2. Ignora a la gente negativa 3. Redefine el éxito. Haz un pacto contigo mismo 4. Cuida de tu mente y tu cuerpo. https://neculaifantanaru.com/es/calidades-de-un-lider-la-fuerza-emocional.html
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