A pesar del crecimiento de los pagos electrónicos en los últimos años, el efectivo sigue siendo el método de pago más utilizado en Colombia. Según datos revelados por el Banco de la República, para 2024, el 77,8% de las transacciones diarias en el país se realizan con dinero en efectivo, aunque esta cifra representa una ligera disminución respecto al 78,4% registrado en 2022.
El panorama de los pagos en Colombia ha experimentado una transformación en los últimos años. Durante la pandemia del Covid-19, la necesidad de buscar alternativas sin contacto impulsó una transición hacia los pagos digitales, con un notable incremento en el uso de transferencias electrónicas y tarjetas de débito. Para el año 2022, el Banco de la República reportó que el 15% de las transacciones se realizaban mediante transferencias electrónicas, mientras que el 8% se efectuaban con tarjetas de débito.
Desaceleración de la Tendencia Digital
Aunque los indicadores de años anteriores mostraron un rápido crecimiento de los medios de pago electrónicos, la tendencia ha mostrado señales de desaceleración en 2024. A pesar de la digitalización que comenzó a ganar terreno tras la crisis sanitaria, el uso del efectivo ha permanecido firme en la vida diaria de los colombianos. En 2024, el 77,8% de las transacciones se siguen haciendo con efectivo, lo que sugiere que la transición hacia pagos electrónicos ha enfrentado ciertos obstáculos.
Para que la digitalización logre una adopción más amplia, será necesario seguir trabajando en la educación financiera, mejorar la conectividad y generar confianza en los sistemas digitales.}
Para que la digitalización logre una adopción más amplia, será necesario seguir trabajando en la educación financiera, mejorar la conectividad y generar confianza en los sistemas digitales.
Retos para la expansión de los pagos electrónicos
Entre los principales desafíos que enfrenta la expansión de los pagos electrónicos en Colombia, destaca la falta de acceso a tecnologías en sectores rurales y la baja educación financiera. Según datos del Banco de la República, aproximadamente el 32,5% de la población colombiana no tiene acceso a ningún tipo de producto financiero, lo que contribuye a la brecha en la adopción de medios de pago digitales, especialmente en áreas como Cartagena y Valledupar, donde casi el 50% de la población carece de servicios bancarios.
Además, la desconfianza hacia los sistemas digitales y el temor a fraudes siguen siendo barreras significativas. Estos factores impactan especialmente a los sectores más vulnerables, como el de los ingresos bajos, ya que, según la encuesta de 2024, el 87,5% de las personas con ingresos inferiores a un salario mínimo prefieren el efectivo para sus transacciones diarias debido a la facilidad de manejar pequeñas cantidades sin intermediarios bancarios.
La preferencia por el efectivo en compras cotidianas
El efectivo sigue siendo el método preferido para transacciones menores y compras cotidianas, donde su facilidad y rapidez de uso superan las ventajas que ofrecen los pagos electrónicos, especialmente para quienes tienen un acceso limitado a plataformas digitales o desconfían de ellas. Esto revela que, aunque el sistema financiero colombiano está avanzando hacia la digitalización, el efectivo continúa siendo crucial en la vida diaria de la mayoría de los colombianos.
El panorama de los pagos en Colombia refleja un equilibrio entre la modernización de los medios de pago y la persistencia del efectivo. Si bien los pagos digitales han mostrado un avance significativo en los últimos años, el efectivo sigue jugando un papel central en la economía colombiana, especialmente para las personas con menos acceso a productos financieros y en zonas rurales. Para que la digitalización logre una adopción más amplia, será necesario seguir trabajando en la educación financiera, mejorar la conectividad y generar confianza en los sistemas digitales.