Caficultura colombiana, más que un ‘tinto’

En materia agraria, el impacto de este sector se destaca en producción, empleo y rentabilidad económica, más el aporte al medio ambiente, sin embargo sigue avanzando en el desarrollo de país junto con el cooperativismo.

¿Alguna vez mientras disfruta de una taza de café o ‘tinto’, como se llama popularmente en Colombia, se ha preguntado sobre todo el trabajo que existe y el aporte social que genera la caficultura?

Esta es la primera pregunta que debemos abordar para entender la dimensión y la importancia de la caficultura en un país por excelencia dedicado a la ruralidad y al campo, aun con dificultades como la cobertura de servicios públicos, vías y trabajo social.

En el marco de la Feria Internacional de Café, Cacao y Agroturismo, FICCA Huila” versión 2022, Perspectiva estuvo presente para conocer el impacto y el trabajo de este renglón productivo de la mano de la economía solidaria.

Cabe señalar que durante el 2021, la cosecha llegó a 12,6 millones de sacos, según la Federación Nacional de Cafeteros, con un estimado de 2.147.000 pesos por carga. “El cálculo de la FNC establece que la producción facturó $10,8 billones en 2021. Esa es la cantidad de dinero que está en el bolsillo de las 540.000 familias caficultoras”, señaló en su momento Roberto Vélez Vallejo, gerente General de la Federación.

Un trabajo entre todos

Un resultado que según Vélez Vallejo resalta el trabajo asociativo que tiene lugar en todo el país.

“Con relación a todo el esquema asociativo, nosotros somos totalmente proclives a eso. Este es uno de los temas que nos apasiona ver: que los cafeteros se unan tratando de encontrar un beneficio común. Nosotros los acompañamos, ayudamos y trabajamos conjuntamente con cooperativas, asociaciones y productores en general”, resaltó para Perspectiva el Gerente General.

De otro lado, Mauricio Rivera, gerente de la Cooperativa Central de Caficultores del Huila, Coocentral, también se refirió a este trabajo, que según señaló, impacta positivamente a 3.500 familias de los municipios de Garzón, Gigante, Agrado, El Pital, Tarqui, Suaza y Guadalupe, y en el cual están involucrados de lleno.

 

 

“Siempre le hemos apostado al trabajo en equipo. Creo que ese es el camino para conseguir el desarrollo de pequeños productores, de pequeñas organizaciones y no solo a nivel agropecuario, sino también a nivel de cualquier tipo de emprendimiento en Colombia”, puntualizó.

“Asociarse y trabajar en equipo es un camino para el éxito”, Gerente de Coocentral Huila.

Según el Gerente de la Cooperativa, desde allí se brindan herramientas que realmente le aporten a los campesinos para mejorar sus ingresos y por ende su calidad de vida, a través de un acompañamiento desde la siembra hasta la venta de su cosecha.

“Se disponen de diferentes herramientas como: crédito de sostenimiento, crédito de inversión, mejoramiento de infraestructura, certificación de sus fincas, comercialización y exportación, a la par del mejoramiento de la calidad de vida con inversión en infraestructura tanto productiva como social. Y lo más importante, les enseñamos a ser empresarios”, explicó.

Espíritu cafetero

Frente al tema, también se refirió el Profesor Yarumo, una de los personajes más destacados de la cultura cafetera en Colombia, y testigo de primera mano de la importancia de la asociatividad en este clúster.

“El tema del café en Colombia desde el cooperativismo es que es un trabajo en equipo. Cuando hablamos de cafés, porque no es sólo un café de Colombia sino que son varios, estamos trabajando en unión. Cuando vendemos nuestro café es reconocido como el ‘Café de Colombia’ pero beneficia a muchas personas que son las encargadas de producirlo.

Para mí, el mejor ejemplo es el de las abejas, porque la naturaleza es muy sabia y nos enseña cómo trabajar: cada una hace muy bien hecho lo que tiene que hacer, buscando el bienestar propio pero también buscando el bienestar de toda la colmena. Cuando hablamos de cooperativismo, hablamos de trabajo en equipo, de un trabajo que beneficia a todos y el cultivo del café es el mejor ejemplo que tenemos, porque a través de las asociaciones y cooperativas, lo que hacemos es trabajar para mostrar y comercializar los cafés de Colombia con toda la variedad de sabores y perfiles que tenemos”, expresó.

 “En el cooperativismo se ve perfectamente reflejado la caficultura colombiana”, Profesor Yarumo.

Alta calidad

Sin embargo uno de los puntos que más se desatacan a nivel nacional con este trabajo, es la calidad de cada grano que se cosecha en los 22 departamentos de Colombia, representando además el 25% del empleo agrícola.

Iván Eduardo Álvarez Lizcano, Coordinador del Área de Cafés Especiales del Comité de Cafeteros del Huila, indicó que en el desarrollo del Concurso de Cafés Especiales Colombia Tierra de Diversidad, donde ocho cafés del departamento estuvieron entre los 41 finalistas a nivel nacional, y de ellos cinco en la subasta internacional, que este es el resultado de un trabajo juicioso.

“Lo más importante que efectivamente se está consolidando la calidad del café. Tenemos a más de 17 compradores internacionales por esos cafés que se producen en el departamento. Dentro de los atributos que encontramos se atribuyen a un café suave, balanceado y con notas dulces acarameladas”, explicó.

Al tiempo, el Coordinador indicó que este no ha sido un trabajo de la noche a la mañana, “antes del 2000, el Huila era reconocido por la mala calidad del café no tanto por el perfil sino por las malas prácticas, sin embargo desde la Federación se empezó a generar un trabajo específico por recomendaciones internacionales buscando mejorar cada uno de los atributos, y en el año 2005 ya se empezaron a ganar los concursos de calidad como Taza de la Excelencia, reconociendo la calidad del café”, agregó.

El ganador

De manera histórica a nivel Colombia, Domingo Torres, productor de Ragonvalia, Norte de Santander, se alzó cuatro de los cinco galardones del Concurso de Cafés Especiales Colombia Tierra de Diversidad; acidez, cuerpo, balance y exótico. La libra de su café además se vendió en la subasta por un valor de $360 mil.

Los productores Alba Lucía Camacho y Juan Evangelista Cubillos Angulo del municipio de Gigante, Huila, alcanzaron el segundo lugar en Acidez y Balance.

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