Más del 30% de los asociados en el sector están inactivos o inhábiles.
Por. Allison Sarmiento
Y aunque siguen figurando en los reportes como parte de la base social, lo cierto es que no aportan, no participan… y muchas veces, ni siquiera recuerdan por qué se afiliaron.
Este grupo invisible representa una amenaza silenciosa pero real: pérdida de aportes, desgaste operativo y falsas métricas de crecimiento.
Porque una base social que crece sólo en número, pero no en participación, no es sinónimo de éxito.
Lo que no se dice… aunque todos lo presienten.
En muchas entidades se celebra el aumento de asociados… sin notar que año a año también crece la lista de los que entran en estado de inactividad.
Aunque no existen datos del sector que consoliden la información de fuga, en los balances generales por entidades, si comparamos los retiros con los ingresos nuevos, puede llegar a ser más del 40% de asociados.
Y una gran parte de ellos, antes de irse, ya estaban desconectados: dejaron de hacer sus aportes, no utilizaban los servicios y no asistían a ninguna actividad. Pero nadie los escuchó.
¿Por qué no se hace nada?
El problema es que pareciera que nadie lo está viendo y la justificación es:
- “No entienden la razón de ser del sector” – como si la fidelización ocurriera sola.
- “No hay más presupuesto” – como si retener costará más que atraer.
- “No hay tiempo” – como si seguir perdiendo asociados no consumiera recursos.
¿Y cuánto cuesta seguir así?
Todo es más sencillo con un ejemplo práctico. Si una entidad tiene 10.000 asociados, de los cuales el 30% está inactivo. Son 3.000 personas que no usan los servicios ni generan ingresos. Si cada uno representa $20.000 mensuales en aportes o servicios potenciales no aprovechados, se está dejando de percibir $60 millones mensuales. Más de $700 millones al año que no ingresan al sector.
Sin contar el costo de oportunidad, ni el desgaste de seguir invirtiendo en campañas genéricas que no llegan al público correcto.
¿Qué hacer para reconectar?
Lo importante es que no se necesitan grandes inversiones, sólo enfoque y una estrategia distinta:
- 1. Clasificar según nivel de actividad
Realizar una revisión con estos tres criterios:
- ¿Cuál era el promedio de sus aportes?
- ¿Hace cuánto no usa ningún servicio?
- ¿Cuándo fue la última vez que participó en una actividad?
Con esa información, se prioriza a quién contactar primero.
2. Diseñar mensajes específicos para cada grupo
No es lo mismo hablarle a alguien que se desconectó hace un mes, que a quien lleva dos años sin contacto. Segmentar la comunicación, incluso permite decidir a quién contactar o a quién definitivamente dar por perdido.
3. Activar una campaña de reconexión con enfoque humano
En lugar de ofrecer “promociones”, ofrecer escuchar. Una encuesta corta, virtual o presencial para identificar qué barreras están alejando a los asociados: ¿servicios poco útiles?, ¿horarios?, ¿trato?, ¿cambios en su vida?
Cambiar la historia sí es posible.
Retener al 5% de los asociados que hoy están en riesgo puede representar millones en ingresos salvados y un avance real en la sostenibilidad del sector.
No se trata de hacer más, se trata de hacerlo mejor y dejar de normalizar la fuga silenciosa.
Es hora de empezar a re conectar con los asociados inactivos. Agenda una asesoría gratuita conmigo y revisemos por dónde empezar.