Este modelo sigue siendo una forma de ahorro popular entre los colombianos y, aunque las tasas de interés van a la baja, aún ofrecen buenas rentabilidades.
El ahorro es una práctica fundamental para el desarrollo económico y la estabilidad financiera de un país. Este juega un papel clave en el crecimiento económico, la inversión y la planificación financiera de los individuos y las empresas.