¿Las Asambleas cooperativas son escenarios democráticos?
En el encuentro sobre asambleas cooperativas realizado por El Coloquio, se tuvo la oportunidad de compartir con el Doctor Carlos Ernesto Acero S., presidente ejecutivo de
la Confederación de Cooperativas de Colombia, Confecoop a quién le planteamos el
interrogante general de si ¿Son las asambleas cooperativas escenarios democráticos?
En un ambiente distensionado y afable, se confrontó y consideró el pensamiento y puntos de vista desde la óptica del dirigente y del cooperativista sobre aspectos fundamentales de la ideología y la doctrina de la economía social y solidaria aplicables en las reuniones anuales o extraordinarias de los miembros de éstas organizaciones.
Una de las preocupaciones recurrentes es cómo se desarrollan las reuniones generales de los asociados de las cooperativas, en las cuales el grado de participación y compromiso es muy bajo y para atraer su atención se recurre a artilugios o artificios que nada tienen que ver con la cooperación y la ayuda mutua; es más frecuente escuchar sobre la apatía y el desencanto de los asociados por sus asambleas que del entusiasmo e interés por participar.
En el transcurso de El Coloquio fueron varios los tips y recomendaciones prácticas
y útiles que nos compartió nuestro invitado especial, para hacer de estas importantes
reuniones escenarios verdaderamente democráticos, tanto cuando vivimos la democracia
directa (asamblea de asociados), como en la democracia indirecta (asamblea de delegados), veamos:
¿Qué diferencia conceptual se encuentra entre una asamblea cooperativa y una asamblea de una empresa capitalista?
La asamblea general de cualquier ente es el máximo momento del año, en teoría se
van a conocer los informes para aprobarlos o dejar las anotaciones. Siempre hemos
insistido en el mundo cooperativo y solidario, que además de ser la reunión más importante del año ésta tiene un significado más interesante, pues marca el punto de culminación de un ejercicio y el de partida de uno nuevo; a diferencia de la de los accionistas donde éstos están más interesados en conocer el avance de la empresa, las utilidades.
Una empresa asociativa va mucho más allá, lo que debe presentar prioritariamente es el informe del balance social detallado, en el que se materializa el cumplimiento del objeto social, que es procurar el bienestar de sus asociados y de sus familias, desarrollando actividades económicas para tal fin.
Ese balance social tiene siete capítulos porque son los principios cooperativos; son las herramientas de gestión del consejo de administración, el cuerpo directivo de la organización y con un soporte que son los estados financieros. Así es como lo enseña el modelo, las mejores prácticas cooperativas están en presentar a la asamblea este informe, lo cual cambia significativamente el tema. Aunque, en muchos casos, también se confunde al asociado y éste llega a la asamblea con el mismo animo como se llega a una asamblea de una empresa capitalista, error craso. Ojalá pudiéramos cambiar para ir hacia una mejor práctica.
¿Qué hacer para racionalizar la duración de las asambleas y cambiar la apatía de los asociados a participar responsablemente en las mismas?
Las formas para adelantar una asamblea están en el marco de la ley y hay que observarlas, cuando éstas no se respetan la asamblea puede ser calificada de nula o de ineficaz. Desde hace muchos años se dice: ¡Cuánto dura tu asamblea y te diré qué tipo de cooperativa tienes! Y esto también se predica para los consejos de administración o juntas directivas. No es para generar polémica, se trata de hacer un análisis crítico propositivo.
Una asamblea debe tener un proceso de planeación, debe tener capacitación y debe medir los tiempos. A la asamblea deberíamos llegar como a la mejor fiesta del año, conscientes de que nos la vamos a gozar. Si asistimos hagamos un ejercicio planeado, para que ésta sea concreta, ágil, eficaz y agradable, de modo que las decisiones de fondo se puedan conocer, tramitar y gestionar, que los asociados o delegados puedan participar durante todo su desarrollo. Una asamblea de tres días es tremendamente agotador; después de cuatro o cinco horas de debate ninguna persona resiste una reunión; por eso hay un procedimiento parlamentario, por eso el que dirige la asamblea debe tener capacidad, conocimiento, criterio y carácter para dirigirla, no ser arbitrario y hacer cumplir el reglamento. Muchas organizaciones aplican el mecanismo de la pre-asamblea.
Ahora, en la práctica, la transparencia se traduce en el derecho y el acceso a la información, pero muchos llegan a la asamblea a que se lean las actas y los informes, cuando estos documentos se habilitan por ley 15 días antes y se absuelven las dudas e inquietudes. Así llegamos a asambleas donde el informe es concreto y específico porque éste se envió previo de forma transparente, no cansamos a la gente y se toman decisiones de fondo, donde todos están concentrados; esto lo proponemos como una mejor práctica. Porque la gente se aburre y esto ocurre no solo en las asambleas de las cooperativas, fondos y mutuales, también ocurre en la de padres en el colegio o en la del edificio; por eso nadie quiere ir y la gente no se quiere comprometer.
Vivimos en una sociedad muy veloz y mucho más ahora con la virtualidad, por eso hay
que correr tiempos, ser ordenados, hacer sesiones informativas, tener los informes
disponibles y mejorar los tiempos de sesión. Estos y otros tips mejoran la celebración de la asamblea y si no se han aplicado, las cosas se pueden corregir, porque bien vale la pena
tener estas buenas prácticas y empezarlas a desarrollar.
¿Cómo hacer pedagogía para que los asociados participen y vivan la democracia en la asamblea, para hacerlas prácticas, efectivas y eficientes, además de transparentes?
Una forma es haciendo la asamblea muy coloquial, a veces tanta formalidad asusta;
al planear y realizar la asamblea está la práctica de la trasparencia; pero, a veces cuando
hablamos de ésta se confunde con corrupción. La transparencia se materializa en el derecho y el acceso a la información, oportuna y pertinente. El asociado tiene el derecho y la obligación de estar informado por los canales institucionales y los conductos regulares; esto ayuda mucho, crea confianza, es un elemento crucial. La información debe ser entregada casi que mensualmente. Así, el informe de gestión ¿no es la sumatoria de los 12 informes mensuales? Entonces, en la asamblea se hace la recopilación de esos temas, no debe ser con información que sorprenda, ni tan voluminosa, este es un doble error.
Siempre informando oportunamente al asociado y éste tiene la obligación de estar pendiente de su cooperativa no solo cuando la necesita. Esto genera confianza, cuando los asociados comparten la información; cuando esto fluye la organización en diciembre ya debería definir cuándo va ser la asamblea.
Ahora, para agilizarla se debe ser muy práctico para elegir los directivos de la misma; si hacemos un reglamento y se aprueba nos atenemos a él porque son las reglas de juego; las comisiones no se eligen, el procedimiento es que se designan; otro elemento es que el acta anterior no hay que leerla y más si se transcribe, pues, tornaría la asamblea larga, tediosa y aburrida. La asamblea debe concentrarse en los temas esenciales, escuchar el informe del revisor fiscal y el plan de acción de lo que viene hacia adelante.
¿Cómo evidenciamos que una asamblea es democrática y que su proceso eleccionario es transparente?
Tema complejo. En los procesos electorales de nuestras autoridades públicas nos quejamos porque no nos gustan las decisiones, pero tampoco votamos. Hay que entender
cómo es el ejercicio democrático: alzar la mano, pedir la palabra, esperar que se la
concedan y, eventualmente, hacer una interpelación. La participación democrática no es
participar el día de la asamblea, pedir la palabra y que se la den; son los temas de gobierno
y gobernanza de la entidad; el balance social, los indicadores son muestra de lo que es el
gobierno, la gobernanza, el acceso a los servicios.
¿Cómo se evidencia el gobierno y la gobernanza?
Yo participo cuando me convocan a las reuniones de la cooperativa; a mí me nombran en los comités y yo acepto y participo. El derecho en la cooperativa es el derecho a la rotación. Así es el modelo, en ninguna parte está escrito el derecho a la permanencia,
esto no tiene que ver con las personas es con lo cooperativo, con el modelo para garantizar la continuidad de la organización. Es con buenas prácticas, invitando a más asociados a hacer parte de los cuadros directivos.
La democracia cooperativa no es solamente en las asambleas, también es democracia económica, democracia de la gobernanza. Como los tiempos de las asambleas son limitados hay que aprender a respetar el debate, respetar esos acuerdos.
La participación tiene que ser puntual, tiene que ver con cada persona, establecer
acuerdos, por eso la pre-asamblea. En Colombia hay cooperativas con formas muy
interesantes, ese cuento de que si la asamblea no dura mínimo10 horas no es democrática,
hay asambleas que se demoran a propósito para aburrir a la gente, para que se vaya. Un
poco la experiencia nos ha enseñado que quienes tiran la piedra y esconden la mano y no
tienen argumentos descalifican, rompiendo la igualdad, siembran cizaña. Cuando hombres y mujeres tienen derecho a opinar, que se le respete su opinión, ser criticado, este tipo de ejercicio es importante.
Ahora, con relación a las elecciones. Aquí nadie pontifica, en los procesos eleccionarios desde que haya transparencia algunos procesos previos no se deben tachar de
no transparentes. Algunas veces en la asamblea unos se ocupan componiendo las listas y no paran bolas a los informes; solo se preocupan en ver cómo voy yo en esa lista, porque si no quedo en la junta de vigilancia como premio de consolación. Así no es. La cooperativa no tiene bandos, la cooperativa es de todos, de lo contrario no hay gobernanza, se arman
grupos de interés individuales. Cuando a mí me eligen me dan una tarea conjunta, es una
responsabilidad. Cuál es la ética del dirigente, del directivo, cuando hace parte del grupo de 4 o de 5 permanentemente. A mí me piden que gestione la organización no que arme mi grupo de interés. Llegar el día de la asamblea a armar la lista, no es buena práctica; uno puede armar grupos previos, consultivos, quién es y por qué quiere llegar allá, por qué y
para qué quieren llegar allí, formar planchas por qué y para qué, con 24, 72 horas.
Sesionando, la asamblea debe sacar los primeros puntos en 5 minutos y dedicarle el tiempo principal a los temas de fondo, la asamblea es la fiesta principal de año. En el
escrutinio, una cosa es que yo salga si quiero ser directivo y otra que porque perdí vaya al
de control social, esto distorsiona; en la práctica en muchos países no solo los gobiernos
sino las empresas han adoptado el control social de las cooperativas. Uno podría avanzar a
la rotación permanente, debemos construir liderazgo colectivo, que también en los procesos eleccionarios se pueden hacer previamente, con conocimiento previo sin volverlo debate electoral y no hay premios de consolación, hay compromiso y deseos de trabajar por el interés general de la organización.
¿Estamos desnaturalizando la democracia de una asamblea al emplear herramientas que antes no se tenían como la tecnología, lo digital y las redes sociales, cuál es aquí el papel de la educación?
Es un tema muy álgido y complejo, la democracia es la esencia; ¿Cómo se materializa esa participación democrática? En la medida en que se garantice la participación democrática igual como es en físico. Independientemente del tamaño de la organización, de su naturaleza, si puede garantizar esa participación y tiene las herramientas,
pueden hacer ese tipo de reuniones remotas. La democracia no queda en la forma, son instrumentos. Muchísimas organizaciones adelantaron sus asambleas porque tenían las condiciones, pero todavía hay un grupo de entidades que aún no han podido hacerlas porque su base social, su ubicación dispersa, o los medios no les dan para ello. Es muy difícil, en esos casos se genera una limitación extraordinaria. Desafortunadamente, el gobierno con el último decreto que salió insiste hacer las del 2019 y las del 2020, en una
sola reunión.
Pero, ¿Cuáles son las listas de hábiles?; si prorrogan la emergencia sanitaria ¿¿Qué pasará con el decreto 434 que decía del plazo? Confecoop lo dijo: si van a modificar algo, deroguen el anterior, pedimos seguridad jurídica. Seguimos en emergencia sanitaria hasta el 31 de mayo, pero toca hacer las asambleas del 2019 y 2020 antes de 31 de marzo.
Cuando haya dificultades de orden práctico, la conectividad, el acceso a los aparatos hay
que dejar constancia por escrito, no hay que tenerle miedo a las autoridades, hay que
tenerles respeto. Hacemos un documento y dejamos constancia. Que la decisión quede
escrita, mientras estemos en dificultades los que no puedan déjenlo por escrito y estar
pendientes de las disposiciones de las alcaldías locales, la emergencia habilita para que los
alcaldes establezcan unos protocolos que hay que tener en consideración. Creo que sí se
respeta la participación. Si en forma física se convoca: hora, fecha y lugar y alguien no
llegó por estar indispuesto si se conforman las mayorías mínimas necesarias, la reunión es
válida. Ahora, no se puede demandar una asamblea porque yo no tengo celular, acaso ¿se
rompe el principio democrático? No es fácil, pero no hay respuestas definitivas y en la
medida que se pueda háganlo si no pueden déjenlo por escrito; cada estatuto es diferente, cada base social es diferente, cada lugar es diferente.
Ahora, tenemos que fortalecer los procesos de educación, afinar esos mecanismos.
Si solo atraemos al asociado por el crédito, será un asociado de nombre porque para él será una “jartera” participar. Lo que queremos hacia adelante es dar un impulso importante a la educación, volver a lo esencial. Hay una oportunidad, en 200 años no hay experiencias que prosperaran sin procesos de educación.
En el tema de los recursos para educación, hagamos el otro envión para un nuevo cooperativismo, que sea capaz de asumir todos los desafíos que nos está planteando la vida.
Tips para tener asambleas democráticas, racionales, informadas, participativas y efectivas:
Ajustarse a los valores y a los principios cooperativos, expresados en el balance social de cada organización.
Aplicar un procedimiento parlamentario que agilice el desarrollo de la asamblea,
manejar este proceso con transparencia.
Ceñirse, orientarse y ajustarse a la información que se entrega de cada situación
concreta y a la proyección de la entidad.
Manejar el proceso de una manera cordial, amigable y democrática.
Hacer una lectura previa a la asamblea de la información por parte de los delegados o
de los asociados.
Abordar los temas esenciales, dedicarles tiempo tomando en cuenta el gobierno y la
gobernanza de la cooperativa y el nivel del uso de los servicios.
Tener en cuenta el derecho a la rotación, no eternizarse en los cargos, que haya
conexión generacional.
Ver la democracia desde el punto de vista económico y desde la gobernanza de la
organización.
Manejar el tema remoto de una manera conveniente, adecuada y justa.
Atender lo que digan las alcaldías locales con relación a la emergencia económica.
Fortalecer los procesos de educación a todo nivel
Hacer postulación individual para los cargos del consejo. A veces las planchas terminan
en lozas, terminan en amiguismos.
Presentar el informe del balance social detallado, ahí se materializa el cumplimiento del
objeto social, que es procurar el bienestar de sus asociados y de sus familias.
Ahora con la virtualidad, no importa si la entidad es mediana o grande, calcular los
tiempos, ser ordenados, hacer sesiones informativas, tener los informes disponibles y
mejorar los tiempos de sesión.
En las asambleas agilizar los primeros puntos protocolarios y dedicar el tiempo a los
temas de fondo.
La asamblea es la principal fiesta del año para la organización cooperativa y sus
asociados. ¡Disfrútenla!
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* Consultor internacional, Economista, Magíster en ciencias económicas y magíster en análisis de problemas políticos, económico e internacionales contemporáneos. Director Perspectiva y miembro Corporación Red Unicossol. E-mail: pinedaconsultorias@gmail.com