De acuerdo con la CEPAL, al menos un tercio de la población latinoamericana hace un uso de Internet limitado o nulo debido a su condición económica.
El panorama a nivel mundial en materia económica ha pasado por una serie de cambios que han llevado a seguir dinámicas diferentes en el uso de productos y servicios financieros, donde los países desarrollados han salido adelante por su gestión a la hora de brindar conectividad a Internet para sus habitantes.
Sin embargo, para Latinoamérica la situación es muy distinta, ya que según el VII Informe de Inclusión Financiera por parte de la Federación Latinoamericana de Bancos, Felaban, muestra que el principal inconveniente de esta parte del continente americano es el acceso a una buena conectividad a Internet.
A pesar de que existe más de un 85% de cobertura en telecomunicaciones para Latinoamérica, aún existen poblaciones que, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, menos de un tercio de estos pobladores acceden a internet debido a su condición económica.
Lo cual se suma a la estadística del World Economic Forum, donde menos del 50% tiene acceso a una conexión de banda ancha, por lo que su uso para actividades cotidianas en las ciudades principales como el uso de aplicativos móviles para transferir dinero o consultar estados de cuenta, se reduce de manera drástica y preocupante.
La conectividad se vuelve un problema a resolver de manera urgente, ya que estudios como el realizado en 2012 por el Banco Interamericano de Desarrollo arrojó que, un incremento en el ancho de banda del 10% puede generar condiciones favorables como el aumento en la productividad de 2,61%, en el PIB de 3,19% y en la creación de empleo de 67 mil nuevas vacantes.
Panorama colombiano en materia de conectividad
Existen factores como el acceso a los territorios por cuenta de falta de vías principales, el constante cambio en la geografía colombiana y la falta de inversión estatal para que el país se encuentre en el octavo lugar del ranking de calificación en infraestructura de Internet, realizado por el BID, donde apenas se pasan los cuatro puntos, siendo ocho la máxima calificación.
A pesar de que este rubro no es muy alentador, según el último informe de Inclusión Financiera de junio de 2021, realizado por Banca de las Oportunidades, alrededor de 32 millones de adultos cuentan con al menos un producto financiero en el país, subiendo 0,2 millones de personas, frente al trimestre anterior.
En las poblaciones rurales de Colombia, el panorama tiene cifras positivas en cuanto a crecimiento de personas que han podido acceder a un producto o servicio financiero (69,7%), pero el porcentaje de uso sigue siendo muy bajo, con solo un 55,7%. A nivel de regiones, Vaupés, Vichada y Guainía tuvieron los indicadores más bajos, menores al 41%.
El cooperativismo es protagonista
Según un informe realizado por la empresa panameña COBIS, el 21,9% de las cooperativas en el último año le brindó la oportunidad a personas no sujetas a crédito de acceder a estos servicios, además de que contribuyó al impulso de las PYMES en un 19,2%.
Bajo el principio de solidaridad, según el informe en cuestión, las cooperativas encuestadas han mencionado que el mayor beneficio que tiene para sus entidades es la apertura a nuevos mercados de personas naturales, con 44%, seguido por la apertura a nuevos mercados para PYMES, con un 25,6%.
Gracias a estas cifras, entidades como las cooperativas financieras han tenido un gran protagonismo en el panorama económico, gracias a su grandioso crecimiento, el cual es valorado por el departamento de inversión del BID, con cifras que hablan de más de US $90.000 millones en activos.
Luego de este repaso que se ha realizado por la inclusión financiera en América Latina y en Colombia, podemos ver que aún falta mucho camino por construir, donde la conectividad y el trabajo de las entidades financieras, sobre todo de las cooperativas, ayudará a que la meta de incluir a las poblaciones apartadas en los países, sea una realidad en un futuro cercano.