Cooperativismo con amor de mamá

En Canapro, la mayor parte de los asociados son mujeres, le contamos por qué ellas creen que es así. 

La demográfica de Canapro sigue una tendencia generalizada en las cooperativas, según datos de la ACI, para 2020 en Colombia los asociados al cooperativismo eran 49% hombres y 50,9% mujeres. En las más de 3 mil cooperativas que operan actualmente en el país, las mujeres colombianas han encontrado soluciones financieras para sus vidas. 

¿Quiénes son estas mujeres y cuál es su rol en las cooperativas? Hablamos con tres asociadas y funcionarias de Canapro, cuyas experiencias de vida ofrecen una perspectiva del cooperativismo como una herramienta de empoderamiento femenino, que permite a madres proveer para sus familias, mientras alcanzan sus propias metas, y aportan a la comunidad. 

Una vida de docencia 

Alix Judith Hernández es la menor de 10 hermanos, y todos son docentes. Ella lleva  27 años trabajando con Canapro, ha ocupado cargos en el Departamento Administrativo, en el Comité de Educación y en el Departamento de Educación. Actualmente, es la directora de la sede Plaza de las Américas. 

El cooperativismo se convierte en una “pedagogía del amor”, pues busca que los demás prosperen y salgan adelante también.

Para Judith, las mujeres toman decisiones que la sociedad necesita, como ser madres y brindar afecto, y desde la docencia, ella considera que el cooperativismo se convierte en una “pedagogía del amor”, pues busca que los demás prosperen y salgan adelante también.

Respecto a la metas de su vida, en la que sus hijas son centrales, Judith comentó: “El logro más grande que yo definitivamente destaco, es que Canapro aportó en la formación de mis hijas. La posibilidad de adquirir créditos, y de tener beneficios como asociada, me ha permitido que mis hijas profesionales sean mujeres cooperativistas”.

Aportando para el futuro familiar

Isabel Bolívar también ha trabajado con Canapro por 27 años, pero ella no es docente. Su historia con la cooperativa empieza en 1996, cuando su hermano le comentó sobre una oportunidad de empleo, con la que pudo sustentar a su familia. 

“Difícilmente una empresa, sea del sector oficial o privado, tiene una calidad humana como la que tenemos nosotros en nuestra cooperativa”.

En su paso por Canapro ha trabajado en los departamentos de créditos, sistemas, educación, y actualmente es auxiliar de cobranza. Para Isabel, Canapro ha sido una fuente de educación financiera, de apoyo comunitario y de soporte económico para alcanzar sus sueños y sacar adelante a sus tres hijos. 

Isabel comenta que dentro de la cooperativa se le dan apoyos educativos y laborales a las mujeres, lo que se ve reflejado en oportunidades y desarrollo para las comunidades. Para ella, eso explica que las mujeres vean la alternativa solidaria como algo positivo para sus vidas. 

Tranquilidad ante los cambios

Carolina Medina se asoció a Canapro hace 20 años, y en su vida el cooperativismo le ha permitido acceder a bienes materiales como su primer carro, prosperar en su vida familiar y preservar su salud mental. Hace 5 años Carolina forma parte del Departamento Comercial,  y para ella hace falta educación respecto al cooperativismo, para que más mujeres y niñas vean que “el sector cooperativista, te brinda diversas herramientas para lograr objetivos tanto personales como colectivos”. 

“La cooperativa ha sido muy responsable con todos nosotros como funcionarios, por ejemplo en la pandemia no hubo ni un solo despido”.

Para Carolina, las cifras donde las mujeres son la mayoría están relacionadas a la naturaleza femenina, pues para ella las madres son “como las protectoras de su manada, siempre queriendo lo mejor”, y el cooperativismo es una forma de garantizar esa protección familiar, de tener tranquilidad y de empoderarse, pues ella reconoce que el rol de las mujeres dentro del sector ha tomado tiempo y determinación. 

Lea el artículo completo en nuestra edición 56, disponible aquí.

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