Standard & Poor’s, una de las tres calificadoras de mayor referencia mundial, bajó el grado de inversión para Colombia. Aquí les contamos por qué es delicado el tema y cuáles serían sus efectos, según el análisis de Valora Inversiones, un ex ministro de Hacienda y Confecoop.
Por Jorge Andrés Villamizar Silva
VillaPrensa01@gmail.com
La actual situación del país no es el resultado de una sola razón sino la suma de muchos elementos. Con preocupación ya se evidencia cómo diferentes áreas del país empiezan a sentir el impacto de la crisis de la pandemia y ahora, la crisis representada en el paro nacional, que tiene raíces sociales, políticas y económicas de muchas décadas.
En lo concerniente a Perspectiva en esta coyuntura, vamos a revisar la relación entre la pérdida del grado de inversión con Standard & Poor’s y algunas posibles consecuencias en la economía y el cooperativismo:
A nivel mundial existen tres empresas calificadoras de riesgo, además de la ya mencionada, están Fitch Ratings y Moody’s, cuya labor se centra en monitorear los avances de la economía y establecer, para los inversionistas, una nota que mide el grado de riesgo para que ellos puedan decidir si es conveniente invertir o no. Esto ha representado para el país la llegada de inversionistas gracias a las buenas prácticas en materia económica.
El problema es que, desde hace mucho tiempo, el Estado viene gastando más de lo que ingresa, eso pone en riesgo el grado de inversión y para solucionarlo es que aparecen las ‘famosas’ reformas tributarias. Pero no es lo único que las impulsa, durante el 2020 el país empezó a enfrentar una profunda afectación de la economía como efecto de la pandemia del Covid-19, “es decir que, los gastos para hacer frente al choque sanitario incrementaron significativamente, más que los ingresos que recibió el Estado y eso disparó los niveles de deuda”, como señala Mauricio Santa María, presidente de Anif.
Es ahí donde se encienden las alarmas para la calificación de riesgo del país, que bajo el concepto del ex ministro de Hacienda y Crédito Público, Juan Carlos Echeverry es preocupante y a la vez irónico, “porque el gobierno quería hacer una propuesta tributaria supremamente agresiva pero la diseñó mal y la puso, de manera inoportuna, sobre los hombros de la clase media”. Sin embargo, para el exministro es aún más preocupante que con la actual crisis se esté llegando a destruir la economía pues el efecto del paro es que las empresas están dejando de funcionar.
Por la pérdida del grado de inversión “la gente va a tener algún tipo de zozobra y eso se va a reflejar en la tasa de cambio, en el precio del dólar. Unos inversionistas solo pueden invertir en países que tengan grado de inversión, entonces es probable que haya una salida de recursos de gente que dice yo ya no puedo por mis reglas invertir en Colombia”, dice Echeverry.
Para el caso del sector cooperativo, Carlos Acero, presidente de Confecoop, afirma que esto “puede tener dos principales implicaciones: la primera es en todos los movimientos que ocurren en el mercado de capitales derivados de esa baja de calificación, sin duda que los precios de los títulos representativos de deuda tendrán un retroceso, lo cual para los portafolios de inversión del sector cooperativo tiene efectos negativos”.
“De otro lado, el efecto de la baja calificación tendrá implicaciones en la tasa de cambio, esto afectaría directamente a las cooperativas del sector agrícola, pues incide en las exportaciones e importaciones y tendrá consecuencias negativas por el incremento de los precios de los insumos, adquisición de equipos, tecnología y todo lo que esté relacionado con el dólar, pues representará un gasto mayor”, sentencia Acero y añade “para el asociado cooperativista, el impacto en tasas de interés también le llegará en algunos meses, derivado de la política monetaria”.
En materia crediticia, Camilo Silva, socio fundador de Valora Inversiones, recuerda que “los bancos cobran menos intereses en la medida que observan menos riesgos. Si el riesgo es mayor, por supuesto tendrán mayores reservas, pero si observan que es una economía estable, simplemente prestarán a una mejor tasa”.
Para concluir, el exministro Echeverry señala que perder el grado de inversión tampoco es el fin del mundo y recuerda que Colombia, durante 11 años, estuvo sin esta calificación, pero destaca que “estamos en 2021 y se puede tomar 4, 5 o 10 años en recuperar el grado de inversión”.