La digitalización, la innovación, lo rural y la juventud, se constituyen en factores determinantes para lo que viene en micro finanzas. ¿Cómo se están preparando las organizaciones? Lea el informe completo aquí
En el marco del conversatorio “Situación Actual del Microcrédito en Colombia” organizado por la Asociación Colombiana de Instituciones Financieras, Asomicrofinanzas, se destacaron cuatro temas que consideramos claves para que las organizaciones los tengan en cuenta como parte de su crecimiento y proyección. No incluirlos en sus planes, podría significar desconocer hacia dónde está el potencial de crecimiento y expansión, lo cual podría afectar seriamente la estabilidad y continuidad de estas entidades.
Los temas en referencia son: la digitalización, que ha recibido un fuerte impulso con el decreto 222 de 2020 del Gobierno Nacional; la innovación, no solo en el campo electrónico sino también en las propuestas y planes hacia los clientes; la ruralidad, como gran sector para el crecimiento de las micro finanzas y la juventud, debido a que son un nicho en crecimiento, pero con falta de cobertura. Sobre estos puntos tenemos la opinión de varios reconocidos expertos.
DIGITALIZACIÓN
El contexto tecnológico está transformando las oportunidades financieras, es una forma de transformar el ahorro y la inversión a través de este apoyo. Se constituye en un reto para todos, tanto para las autoridades como para la industria. Debido a esto, un consumidor digital está cada vez más empoderado y es más exigente frente al contexto de estas nuevas herramientas, propiciando así una obligación de mantener una agenda regulatoria.
Felipe Lega Gutiérrez, director de la Unidad de Proyección Normativa y Estudios de Regulación Financiera del Ministerio de Hacienda, destaca que, teniendo en cuenta estas razones, se expidió el decreto 222, que materializó una nueva forma de regulación que permite dar nuevas flexibilidades en este contexto tecnológico.
“Con esto se moderniza un canal que es muy importante en las metas de inclusión financiera y es la cobertura de la geografía nacional a través del corresponsal, que permitió cerrar las brechas que se tenían de acceso y que a partir del 2015 hemos mantenido la cobertura del 100%”, afirmó el director.
Agregó que “esto requería una actualización en torno a la flexibilización en el nuevo contexto tecnológico, y superar unas situaciones restrictivas como presencia física y un aviso físico, que les impedía el ofrecimiento tecnológico donde están para dar su oferta”.
Esto permite que ahora se tengan corresponsales con mayor movilidad y para cubrir más territorio, así “esto redundará en fortalecer la presencia del sistema financiero y de los actores financieros tradicionales”, enfatizó Lega Gutiérrez.
Y concluye destacando la importancia de la “dimensión del decreto, con la
unificación de las cuentas y depósitos simplificados, esto es entender el principio de proporcionalidad para acceder al sistema financiero. Es la facilidad para dar apertura a los productos”.
Sobre este tema, Leandro Ceballos, gerente general de Confiar Cooperativa
Financiera que este decreto es un avance, pues “se convierte en una herramienta fundamental para la inclusión financiera en Colombia, es la oportunidad de tener corresponsales digitales y a su vez la reglamentación para los créditos de consumo de bajo monto. Además, la unificación de los criterios de ahorro de trámites simplificados y las cuentas ordinarias, permitirá una vinculación de mayores poblaciones a los productos financieros”.
“También es de destacar que la opción que se viene dando a entidades no
reguladas, va a posibilitar que se generen mayores coberturas y que se
incrementen los niveles de acceso e inclusión a la población colombiana”, finalizó el gerente de Confiar.
Por su parte, para Margarita Correa, presidenta de la Junta Directiva de
Bancamía, entidad del grupo Fundación Microfinanzas BBVA, el panorama que abre el decreto 222 “es el futuro, si no estamos en la banca digital y no vemos que estas son las posibilidades de eficiencia, oportunidad, rapidez, acceso y la posibilidad de eliminar trámites, pues entonces nos alejaríamos más de las necesidades del mercado”
Y concluye: “hoy la digitalización es una herramienta, la cual da la posibilidad de que ellos (los clientes), puedan tener acceso fácil y las instituciones crecer y ser más eficientes, entonces nos toca” estar ahí.
LA INNOVACIÓN
Este tema reta diariamente a las organizaciones a conocer con profundidad las necesidades y las realidades cotidianas que enfrentan sus empresarios y
emprendedores. Una particularidad es que en esto no caben las generalizaciones, las necesidades de una misma producción no son las mismas si cambiamos de región, por eso el análisis casuístico se vuelve determinante para tener una estrategia adecuada para atender las necesidades con eficiencia y efectividad.
Pedro Felipe Sogamoso, director ejecutivo de la Corporación para el Desarrollo Empresarial, Finanfuturo, ha encontrado una oportunidad con la innovación en garantías inmobiliarias porque aportan algunas ventajas. “Es bastante interesante, puede ser un contrato, la maquinaria, los cuartos fríos, el ganado, las instalaciones físicas. Además, las garantías inmobiliarias pueden ser los cupos de los taxis, los cupos de los camiones o todo lo que sea transporte y tenga cupo, eso constituye una garantía adicional porque la gente no tiene cómo hacer una garantía real, es
decir de un bien inmueble, entonces estos bienes muebles son los que permiten constituir la garantía”, debido a que “hay una ley de garantías mobiliarias que a las instituciones financieras nos avala y nos respalda para que esto pueda ser garantía de un crédito”.
Ahora bien, respecto al tema del crédito personalizado y el acompañamiento, Sogamoso que cuentan con “el crédito personalizado de acuerdo al flujo de caja del empresario, es decir, si tiene flujo para pagar trimestral, semestral o mensual, nosotros le acomodamos y tenemos la flexibilidad de organizarle sus flujos de caja con el crédito”.
RURALIDAD
El campo colombiano es un sector con gran potencial de crecimiento para el
sector del microcrédito, por eso, para María Clara Hoyos, presidenta de
Asomicrofinanzas, el sector rural es “un reto muy grande, por un lado, recordemos que Colombia tiene uno de los peores lugares en inequidad. En el coeficiente de Gini, Colombia está en tercer peor lugar y dentro de esto, la inequidad es muy alta.
Por eso es que tenemos que apoyar y orientar mucho hacia esas zonas rurales y agropecuarias precisamente con esos servicios financieros y no financieros”.
Para Paulo Emilio Rivas, presidente de Contactar Microfinanciera, “el éxito que tiene la organización Contactar, que está ubicada desde Boyacá hasta Putumayo,con más de 120 mil clientes, radica en que nuestros productos de crédito, siendo nuestro mayor énfasis el campo, el 84% son rurales.
Nuestros productos están alineados con la estacionalidad de los productos, de los cultivos rurales, eso indica que no tenemos un solo modelo de crédito, sino varios, acordes a los diferentes cultivos y a las diferentes zonas del país. Porque puede que haya un cultivo, como el café, que se comporte diferente en los distintos departamentos. El acompañar a nuestros clientes con productos diferenciados, de acuerdo a los cultivos por zona,
nos ha llevado a tener el mejor indicador de cartera vencida del país. Nosotros cerramos en el 2019 con un indicador del 1.8% de cartera vencida, mientras que el indicador normal en el sistema de microcrédito está entre el 6% y 7%”.
Otra consideración es que en el agro hay grandes posibilidades y sobre todo la necesidad de llevar productos que incluyan a esta población, que se ha
encontrado por muchos años excluida del sector financiero, esto es lo que afirma Leandro Ceballos, gerente general de Confiar. Además, agrega que, desde su entidad, “tenemos iniciativas principalmente desde la asociatividad. Actualmente no tenemos líneas de créditos individuales, sino que financiamos proyectos asociativos que ya tengan arraigo en las comunidades porque nos parece que es una forma de potenciar el desarrollo de los territorios y de las regiones”.
Y cerramos con lo que manifiesta Margarita Correa, presidenta de Bancamía, quien señala: “para nosotros el sector rural es prioritario. Hay dos indicadores, nosotros trabajamos en inclusión social, financiera y económica, y encontramos los indicadores de pobreza más altos en el sector rural que en el sector urbano. La pobreza multidimensional en el sector urbano es del 13% y en el sector rural es del 39%, entonces tenemos una brecha y una deuda social con el campo colombiano”.
La presidenta de Bancamía agrega que “nosotros tenemos en nuestra cartera el 40% dirigido al sector rural, tenemos posibilidades de llegar con ellos con la banca digital, para que desde su móvil ellos puedan hacer el acceso y tener créditos fáciles, simples, seguros y rápidos. También tenemos la banca relacional, que complementa la banca digital, porque tenemos a los ejecutivos de microfinanzas que van al negocio, van al cultivo, van a la actividad productiva del microempresario. Entonces esa banca digital,más la banca relacional, es la posibilidad de hacer inclusión financiera, crédito,
captación de ahorros y seguros; entonces el banco es un banco de desarrollo social con énfasis en el campo colombiano”.
JUVENTUD
Finalizamos este artículo con uno de los factores que se constituye en un reto y en un determinador de lo que será el futuro del microcrédito en Colombia, la juventud.
En los jóvenes convergen los tres puntos anteriores: la digitalización, porque es una de sus fortalezas; la innovación, porque es de quienes más surge la idea del emprendimiento y menos la de la empleabilidad, la de la ruralidad, porque existe la preocupación de que las nuevas generaciones no abandonen más el campo y encuentren en él una buena calidad de vida.
Paulo Emilio Rivas, presidente de Contactar, precisó que en la entidad “tenemos dos grandes líneas para nuestros clientes rurales, una línea es la de crédito y la otra línea es el apoyo en temas de desarrollo social y ambiental. Es en esa línea que apoyamos a nuestros colaboradores sin ningún costo para el cliente, esto es un verdadero valor agregado. Nosotros vamos a la planta, les enseñamos educación financiera, agricultura sostenible, programas de salud y capacitación para los mayores y los menores. El año pasado cerramos el 2019 con 45 mil personas capacitadas por nosotros, esto nos va a ayudar a que tanto adultos como menores reciban una verdadera educación y encuentren en la ruralidad un
mejor espacio para su vida”.
“Nos enfrentamos al reto de tener nuevos consumidores digitales, por eso la
cooperativa ha promovido servicios, productos y canales que se acerquen a ellos.
La entidad actualmente cuenta con unos 50 mil jóvenes vinculados, de los cuales desarrollamos diferentes programas no solo en lo financiero sino también educativo y social, generándoles opciones interesantes de pertenecer al sector cooperativo” afirma Leandro Ceballos.
Además, el gerente de Confiar dice que “sin duda desde Confecoop
(Confederación de Cooperativas de Colombia) y Fecolfin (Federación Colombiana Cooperativas de Ahorro, Crédito y Financieras), el sector cooperativo tiene un reto muy importante de acercar a los jóvenes. Allí tenemos grandes emprendedores y existe la necesidad de desarrollar productos que permitan el financiamiento de unidades productivas de alto valor e innovación para los jóvenes colombianos”.
Un panorama alentador es lo que visualiza Margarita Correa, pues considera positivo el estudio que dio a conocer en el conversatorio, Dairo Estrada, del Fondo Nacional de Garantías, mostrando que los jóvenes están accediendo cada día más al crédito. Por eso señaló que “las nuevas generaciones quieren menos la empleabilidad y quieren más el emprendimiento, y para ellos tener el emprendimiento necesitan acceso al sistema financiero. Entonces, ha amentado la inclusión financiera”.
Sin embargo, aclara que sí existe un grado de dificultad para llegar a “los jóvenes en el sector rural, porque en las nuevas generaciones no hay un relevo generacional, cada día los jóvenes están migrando más a la ciudad. Por eso ahí el acceso al crédito en los jóvenes no se está dando, pero a nivel urbano sí”.
Y para concluir, María Clara Hoyos, plantea que en el caso de la juventud es
necesario avanzar en los temas digitales “porque no podemos pensar que los jóvenes rurales se queden en el campo sin tener acceso a internet y sin tener acceso a una cantidad de servicios adicionales que se requieren. Por eso es tan importante apoyarlos para que se queden en esas zonas, tengan una buena calidad de vida, tengan unos productos financieros acordes con sus necesidades, pero aprovechando especialmente la tecnología celular”.
Afirma que, usando estas herramientas, se puede incentivar que los jóvenes no migren hacia las grandes ciudades “sino que se queden precisamente en el campo, mejorando su calidad de vida”.