Elementos clave para garantizar una gobernanza efectiva y ética
Cuenta la historia de un universo muy cercano que una de sus cooperativas más grandes y exitosas, reconocida ampliamente por su compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social, demuestra en ese escenario que el modelo cooperativo promueve la participación de sus asociados y los valores de solidaridad y responsabilidad. Esta Cooperativa fue fundada por un grupo de emprendedores con una visión clara sobre cómo podían apoyarse entre sí, para servir a las necesidades financieras de ellos mismos y de sus comunidades.
Desde sus primeros días, la cooperativa, se comprometió a establecer un sólido gobierno corporativo como parte fundamental de su cultura empresarial. Aquí algunas claves de su éxito:
- El Consejo de Administración. Los asociados que lo eligieron se aseguraron de que este estuviera compuesto por expertos con diversidad de conocimientos, reconocidos por su liderazgo estratégico y supervisión, los elegidos son seres humanos con defectos y virtudes. Estas personas, tienen que estar abiertas a los diferentes discursos y maneras de sus compañeros para lograr puntos intermedios y conseguir el consenso, en lugar de imponerlo. No obstante, una condición innegociable es su integridad ética que les permite actuar de manera independiente y que el deber los lleva a tomar decisiones informadas. Además, su compromiso con los asociados les permite mantener una cultura de rendición de cuentas; por lo que trabajan en equipo con los Comités de Apoyo, Gerente, Revisor Fiscal, entre otros, para lograr el éxito sostenible y el cumplimiento de los objetivos de la Cooperativa.
- El Gerente. El Consejo de Administración se aseguró de elegir un líder íntegro, visionario y estratégico para guiar a la Cooperativa hacia el éxito a largo plazo. Esta persona cuenta con una capacidad excepcional para inspirar y motivar a su equipo, toma decisiones informadas y tiene la habilidad de gestionar crisis. A pesar de las situaciones de estrés, desagrado, confusión y dilemas, se destaca por su integridad, toda vez que promueve la transparencia y la ética en cada una de sus operaciones. Adicionalmente, procura la empatía, la comunicación efectiva y la habilidad de colaboración para construir relaciones de largo plazo con los empleados, asociados, líderes, directivos y demás grupos de interés.
- El Revisor Fiscal. Los asociados buscan garantizar la confianza en los informes financieros y el cumplimiento normativo de la Cooperativa, por lo tanto, en los criterios de selección, eligieron un profesional de alta competencia técnica y conocimiento de las regulaciones y estándares financieros. A esta persona se le ha exigido independencia y objetividad, sin embargo, al mismo tiempo requiere de relaciones cercanas y amables para lograr su trabajo, lo que se convierte en ciertos momentos, en un dilema, por ello su integridad y habilidades de comunicación efectivas le deberán permitir un sano equilibrio para transmitir los hallazgos y las recomendaciones de manera clara y precisa.
- El Auditor Interno. Es el eje del comité de auditoría que asesora y apoya al Consejo de Administración y al Gerente, garantizando una evaluación imparcial de los procesos y controles internos de la Cooperativa; por lo que una sólida competencia técnica y un profundo conocimiento de las operaciones y riesgos de la organización contribuyen al fortalecimiento interno y al cumplimiento normativo de toda la organización. Esta persona también enfrenta diversos dilemas, entre ellos el deber de la confidencialidad y la lealtad, y a su vez la necesidad de reportar para abordar problemas críticos de cumplimiento o de riesgos, por ello debe seguir sus principios éticos para lograr ponderar la situación y evaluar la criticidad para equilibrar el deber de la lealtad con sus responsabilidades de cumplimiento.
Si hacemos la analogía con una mesa sólida de cuatro patas fuertes que brinda estabilidad y firmeza, los invito a representarlas por: I. El Consejo de Administración, II. El Gerente General, III. El Revisor Fiscal y IV. el Auditor, y verlos como los cuatro elementos clave del éxito del buen Gobierno Corporativo, quienes pese a enfrentar diversos dilemas, como por ejemplo: el equilibrio entre maximizar el balance social versus la gestión sostenible a largo plazo; la independencia y objetividad del Consejo de Administración en la toma de decisiones y al mismo tiempo mantener una relación constructiva con la gerencia y su equipo; el equilibrio entre la transparencia y la confidencialidad en la divulgación de información relevante; y finalmente, la gestión de los conflictos de interés y el riesgo de prácticas poco éticas.
Estos dilemas nos demuestran que las disposiciones normativas ayudan, pero se requiere sobre todo un enfoque cuidadoso y ético para garantizar una gobernanza corporativa efectiva y ética, el cual en gran medida depende de una combinación de principios sólidos, autoconciencia y autodisciplina. Esto implica tener valores bien definidos y vivir de acuerdo con ellos, incluso en situaciones difíciles o tentadoras. La honestidad consigo mismo, la responsabilidad personal y la empatía hacia los demás son fundamentales para actuar de manera ética. Además, la educación, la reflexión constante y la capacidad de tomar decisiones informadas basadas en principios contribuyen a la integridad y la transparencia.
“La integridad y la ética en un modelo de propiedad colectivo son esenciales para construir relaciones de confianza”
Con el tiempo, esta “mesa” de liderazgo sólido proporciona la firmeza y la estabilidad de un Gobierno Corporativo de una organización que se consolida y le apuesta a honrar la confianza de todos, lo que se convierte en un motor poderoso de crecimiento.
Gloria Isabel Alonso Ramírez