‘Quiero que más personas tengan oportunidades y así lograr un mejor país’: María Clara Hoyos
Durante más de 30 años, María Clara Hoyos Jaramillo, se ha desempeñado en el mundo financiero y de las microfinanzas. Desde su paso por el sector bancario, como Vicepresidenta Auxiliar de la Banca de Gobierno e Instituciones Financieras del Banco de Colombia, luego como presidenta de Fiducolombia, pasando al sector público como asesora de participación privada del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, hasta llegar a ser Coordinadora del programa Banca de Oportunidades, ha consolidado una estupenda hoja de vida, que le permite hoy liderar la Asociación Colombiana de Instituciones Microfinancieras, Asomicrofinanzas, como su presidenta.
Además de su gran preparación profesional, su sensibilidad humana y el interés por el progreso de las comunidades, la han llevado a conocer a fondo las necesidades de la población vulnerable y las problemáticas de las zonas urbanas y rurales del país. Por eso, dentro de sus objetivos se enmarca el impulsar iniciativas encaminadas a la superación de la pobreza con la inclusión multidimensional que apoye el desarrollo social, productivo, ambiental y financiero.
En esta oportunidad la destacamos como mujer y por eso le preguntamos cómo percibe la participación femenina en el sector de las microfinanzas, cuál es su visión al respecto y desde la calidez humana, cuál es esa mujer referente en su vida. Esto nos contó:
Perspectiva: ¿Cuál es su análisis sobre la evolución de la participación de la
mujer en el sector microfinanciero?
María Clara Hoyos: Aunque la mujer ya no tiene un porcentaje tan alto de crédito como lo tenía hace unos 8 o 10 años, sigue siendo protagonista en el microcrédito, pero sobresale especialmente en la calidad de cartera que tiene, hay una conciencia muy alta de la importancia que tienen estos servicios y por eso se logran unos mejores resultados.
La mujer es mucho más prudente, entonces tienen menor cantidad de créditos en monto porque lo toman de acuerdo a sus capacidades de pago. Esto se ve en las estadísticas del promedio de créditos porque llegan hasta 10 millones de pesos de deuda, ese es el porcentaje más alto de las mujeres en comparación con los hombres; pero entre 10 y 50 millones se invierte la proporción.
Entonces hay mucha más prudencia en las mujeres, pero para nosotros es muy importante ese apoyo, porque a medida que logramos que las mujeres sean empoderadas, se reduce el maltrato intrafamiliar notoriamente. Y en la medida en que se reduce el maltrato intrafamiliar tenemos mucha paz y ahí empiezan a germinar familias en tranquilidad.
P: ¿Cómo se puede lograr una mayor influencia de la mujer en la política
microfinanciera del país?
MCH: Primero, necesitamos conocer las características de la mujer en las
regiones, por eso le estamos pidiendo al Gobierno que podamos compartir
información para poder caracterizar esta población y poder diseñar productos que se ajusten mucho más a sus necesidades.
Vemos en la mujer rural que casi todas tienen sus estufas de leña, entonces
tienen muchos problemas, no solamente en la parte de deforestación, también el tiempo que se gastan en recoger la leña, pero además el daño que le hace a sus pulmones. Temas como este, conocer las características de esas viviendas, para ver cómo se puede apoyar ese mejoramiento.
P: Como mujer, ¿cuáles son las habilidades que más le han aportado en la labor que desarrolla?
MCH: Creo que la sensibilidad, porque de verdad siento en el corazón esas
necesidades que tiene mi país y quiero que toda esta población que está en
situación de vulnerabilidad y de pobreza tenga oportunidades. Pienso mucho en mis hijas y además en mis nietos, entonces quiero que más personas tengan oportunidades para apoyarlos y así tengamos un mejor país.
P: Para finalizar, ¿cuál es esa mujer referente en su vida?
MCH: Mi abuela, porque ha sido un marco de referencia, quedo viuda con ocho hijos, hace un montón de años y tomó las riendas para sacarlos adelante a todos; estaban solteros, el mayor de 22 y el menor de 2 años. Y tuvo toda la fuerza de la mujer antioqueña para luchar y sacarlos adelante.