Miller García, presidente de Analfe, nos cuenta cuáles son las principales dificultades que enfrentan sus asociados por la coyuntura actual. Afirma que un efecto irreversible de la pandemia es que el estilo laboral mutará a nuevos formatos, le preocupa el aumento del desempleo y la falta de una ‘vacuna emocional’.
Por Jorge Andrés Villamizar
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Los fondos de empleados en Colombia agrupan alrededor de 1.200.000 trabajadores colombianos, los cuales a su vez representan un número equivalente de familias. Según Miller García, presidente de la Asociación Nacional de Fondos de Empleados, Analfe, en medio de la pandemia los resultados para su organización han sido muy positivos.
Los fondos de empleados cuentan con unos activos cercanos a los 11 billones de pesos y su principal activo es la cartera de créditos que está sobre los 7 billones de pesos. “El comportamiento del año pasado fue paradójico pues si bien es cierto la cartera cayó un poco, los depósitos subieron. ¿Qué fue lo que hizo el asociado? No se endeudó y trató de ahorrar”, destaca el presidente de Analfe.
Sin embargo, “lo que si hemos notado es una disminución de los asociados, de un año a otro de 50 mil personas”, menciona señalando que esto se puede dar porque se retiraron de la empresa o perdieron el empleo, e incluso, porque la empresa se liquidó.
Y aquí viene un dato que representa el impacto de la crisis económica como consecuencia de la pandemia y del paro nacional, “de acuerdo a la estadística del Dane se han perdido más de cinco millones de empleos en Colombia. Una gran cantidad de empresas han tenido que liquidarse por la pandemia y la contracción económica a raíz de esta crisis sanitaria”.
Pero también agrega, “nos hemos visto afectados, estamos analizando la proporción de esa afectación. Hay un dato muy cierto y es el hecho de que las organizaciones que reportan información a la Superintendencia de Economía Solidaria, en los últimos años el promedio había sido 1500 fondos de empleados, para el año 2020 fueron 1310 fondos los que presentaron información. Ahí tenemos un gran número de organizaciones que de pronto entraron en crisis, porque tal vez su patronal se liquidó o ha entrado a tener inconvenientes”. Esto puede ser un referente del impacto por las pérdidas de empleo en el país.
La coyuntura económica marca un nuevo rumbo
Es innegable que, debido a la coyuntura actual, la forma de trabajar ha venido cambiando, por eso Miller García dice que “yo creo que va a haber un tema de alternancia, las empresas tienen que comenzar a evolucionar hacia allí. Mucho trabajador va a empezar a trabajar desde su hogar, va a ir a la empresa unos días, pero este tema de la pandemia nos cambió definitivamente la forma de hacer las cosas. Por eso hay que estar atentos a las reformas laborales que van a venir, la pandemia va a dejar secuelas a nivel laboral”.
La vacuna emocional
En estos momentos donde una de las prioridades del Estado colombiano es la inmunización de la población contra el virus del Covid-19, García señala que “el gobierno está muy preocupado por la vacuna física y hay algo por lo que no nos estamos preocupando y es la vacuna emocional, creo que es un tema importante y vale la pena ponerle cuidado”.
“Nosotros, desde Analfe, estuvimos trabajando ese tema con algunos aliados y es cuidar la salud mental de la gente, porque el encierro, la pandemia, las enfermedades en las familias, va a dejar una serie de secuelas a nivel emocional muy grandes y eso hay que trabajarlo”.
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“Hay que estar atentos a las reformas laborales que van a venir, la pandemia va a dejar secuelas a nivel laboral”, Miller García, presidente de Analfe.