Los objetivos del desarrollo sostenible contemplan la igualdad de género, la paridad en los altos cargos del estado, acabar la mutilación genital femenina y más, ¿cómo van los indicadores de esas metas en Colombia?
El desarrollo sostenible no es solo la meta de los activistas, fue un llamado a la acción por parte de las Naciones Unidas en 1987 con la publicación del Informe Brundtland, se alertaba en el documento sobre la afectación al medio ambiente por parte del desarrollo económico y la globalización.
¿Cómo continuar el desarrollo sin afectar el ambiente? El Informe proponía darle un enfoque sostenible a lo social, lo económico y lo ambiental. Así es como nacen los 17 objetivos del desarrollo sostenible.
Son un llamado global que hizo la ONU, para velar por un progreso que no afecte la vida de futuras generaciones. Colombia es uno de los países que ha acogido el llamado y busca el desarrollo sostenible, para el 2030 se proyecta que esos 17 objetivos planteados se cumplan al 54,8%, según el último reporte del DNP.
Un llamado global que hizo la ONU, para velar por un progreso que no afecte la vida de futuras generaciones.
Los 17 objetivos del desarrollo sostenible dibujan un mundo próspero, su pilar es la cooperación, proponen crear alianzas para acabar con la pobreza y el hambre; llevar educación, salud, y agua a todas las personas; alcanzar la igualdad de género; utilizar energías completamente renovables; crear trabajo, crecimiento económico, industria e infraestructura a las comunidades; disminuir al máximo las desigualdades; vivir en ciudades sostenibles; consumir responsablemente; accionar por el cambio climático; proteger la vida submarina y terrestre, y alcanzar la paz y la justicia.
¿El desarrollo sostenible busca defender los derechos de las mujeres?
Sí, su quinto objetivo es la igualdad de género. En Colombia las metas que el Departamento de Planeación ha propuesto son varias, y aunque muchas vieron declives con motivo de la pandemia, la estimación es que para el 2030 la mitad de los altos cargos estatales sean ocupados por mujeres.
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Otras metas por alcanzar son: poner fin a la discriminación de niñas y mujeres, poner fin a la violencia contra las mujeres y su explotación, valorar el cuidado no remunerado y promover las responsabilidades domésticas compartidas, alcanzar la igualdad de oportunidades y participación, alcanzar el acceso universal a la salud reproductiva, empoderar a las mujeres con la tecnología, y adoptar y hacer cumplir políticas que promuevan la equidad de género.
¿Qué tanto de esto se cumple?
Las metas son inspiradoras y la verdad puede ser amarga. Uno de los datos recopilados por el DNP es el que concierne a la brecha salarial entre hombres y mujeres. En sus últimos datos, los reportes no son alentadores: del 6% al 27% de diferencia salarial existe en los datos registrados, siendo Norte de Santander, con el 6,1% el departamento con menor brecha salarial, seguido del Cauca con el 7,1%, y Caldas con el 9,5%. Por su parte, Santander con el 27% es el departamento con mayor brecha salarial, seguido por La Guajira con el 25%, y Sucre y Risaralda, ambos con el 23,2%.