La Equidad Seguros recibe el galardón Perspectiva a la esencia solidaria exaltando la gestión y buenas prácticas realizadas durante el año 2020, en donde su compromiso con la protección de los usuarios siempre va más allá de ofrecer servicios de calidad en el campo de los seguros, hasta llegar a hacerlos partícipes directos de su gestión y resultados.
Una aseguradora cooperativa que promueve el fortalecimiento del cooperativismo y la práctica de sus principios y valores.
El pasado 6 de marzo, la compañía celebró 51 años de logros e innovaciones que a lo largo de los años han impactado la base social de sus asociados, consolidándose como una organización líder en el sector solidario, el cual ofrece una mayor rentabilidad en contraste con las grandes cuentas del sector privado cuyos índices de siniestralidad y costos de adquisición terminan por estresar el flujo de caja y los resultados financieros a largo plazo.
PERSPECTIVA tuvo la oportunidad de estar en entrevista exclusiva con el Presidente Ejecutivo de Equidad Seguros, Néstor Raúl Hernández Ospina, analizando el camino recorrido en sus 18 meses de gestión al frente de la entidad, las medidas que enmarcaron el 2020 y los retos que la actual situación de pandemia trae consigo.
Balance General 2020
¿Cómo analiza los resultados del periodo 2020 y que enseñanzas deja a la aseguradora?
Las cifras que el mercado arroja en 2020 deben mirarse en un plano diferente para la Equidad. Inicialmente, ese fue un año de ajustes y normalización de la operación dando continuidad al plan que nos trazamos en el segundo semestre de 2019 donde empezamos a diagnosticar y priorizar los aspectos regulatorios. Tengo que destacar el acompañamiento y la confianza que la Superintendencia Financiera – SFC ha depositado en la organización para cerrar los requerimientos que desde 2016 se tenían en torno a las reservas técnicas de seguros, específicamente aquella relacionada con la de siniestros incurridos no avisados – RSONA. En diciembre de 2020 el regulador dio su autorización al plan de ajuste por $52.000 millones presentado y sustentado por la administración a principios del mismo año en lo cual se contó con la asesoría de prestigiosas firmas de actuarios de origen local y multinacional. Este logro marcará un hito en el futuro de la compañía y es una respuesta al respaldo de nuestra Junta Directiva en el proceso de desarrollo de una metodología actuarial que llenará las expectativas del regulador.
En adición, dedicamos grandes esfuerzos humanos y económicos para normalizar la operación de ARL, que en últimas termina siendo la línea de seguros que contribuye a las grandes pérdidas de 2019 y 2020, impidiendo ver la sensible mejora de los demás ramos. Entre esos dos años, la ARL tuvo un resultado que supera las pérdidas antes de inversiones, en más de $55 mil millones. Al respecto, se dio inicio con un cambio de administración integral que tuvo entre muchos desafíos, el de enfrentarse a un negocio que presentaba deficiencias en cada línea del PyG. Hoy tenemos la satisfacción de tener una ARL que responde a sus compromisos con proveedores, afiliados, intermediarios y en términos generales, con todos los actores de la cadena de negocio y lo más importante, encajado en las exigencias de la SFC. Propendemos por seguir avanzando en las mejoras y buscar a mediano plazo un punto de equilibrio en la operación. Este creo que ha sido un reto de gran envergadura porque no teníamos un referente ni un punto de partida, prácticamente ha sido una reconstrucción con un nuevo liderazgo en esa línea de negocio.
El ramo de seguros de vida, rentable por excelencia, se vio afectado en 2020 por el fenómeno de la pandemia que aportó 11 puntos de siniestralidad adicionales y afecta severamente a todo el mercado en las actuales circunstancias de 2021. No obstante, La Equidad ha respetado los términos contractuales con sus asegurados y jamás ha objetado un siniestro debido a casos de COVID-19.
Las líneas de seguros relativas a Automóviles, SOAT y RCE comienzan a arrojar resultados satisfactorios después de las depuraciones de portafolios, especialmente del sector privado, ofreciendo tranquilidad técnica pese a los ajustes de reservas que también introdujeron los cálculos de RSONA que mencioné anteriormente. Nuestra aseguradora invirtió recursos importantes en el mejor software de actuaría disponible en el mercado internacional de la firma Willis Towers Watson – WTW lo cual nos ha permitido incursionar en modelos de tarifa y “scoring” de riesgo diferenciales que nos están llevando a tener un portafolio más rentable y al desarrollo de nuevos productos. Los grandes negocios de SOAT a altos costos de adquisición pasaron a la historia, hoy somos una compañía mucho más conservadora en los canales de distribución.
Finalmente, los efectos de la pandemia llevaron al Gobierno a dictar medidas en beneficio de los asegurados. Pese a todos los impactos internos que he mencionado, la aseguradora tenía previsto arrojar excedentes positivos, sin embargo, a través de la circular 021 y el Decreto 488 de 2020 tuvimos que acceder a prolongar las vigencias de los seguros de automóviles y RCE sin cobro de prima pero con un costo para la organización por dineros que dejamos de percibir, representados en más de $18.000 millones, un giro cercano a $5.000 millones al ADRES (antes Fosyga) por menor exposición al riesgo en SOAT, asumir el costo de equipos de protección para personal de la salud por cerca de $3.500 millones vía ARL y el obvio reconocimiento de siniestros imputables a COVID-19 que ascendieron a $7.200 millones. Lo anterior es un golpe negativo e indeseable en nuestros resultados de más de $28.000 millones, aunque son cifras motivadas en decisiones ajenas a la voluntad y control de la administración.
No obstante, a pesar del COVID-19, creemos que la aseguradora ha logrado una normalización de sus operaciones lo cual se comienza a evidenciar en el desempeño de La Equidad Seguros Generales en 2021, nuestros gastos de las dos compañías consolidadas disminuyeron hasta un 23% frente a 2019 y algunos costos asistenciales relativos a riesgos laborales, han tenido una positiva reducción del 49% gracias a la oportuna negociación de proveedores, en lo cual seguiremos insistiendo. Nuestra operación de seguros de vida, al igual que el resto del mercado, sigue sintiendo el rigor de la pandemia, pero sabemos que en algún momento la curva de siniestros debe empezar a generar un cambio en dicha tendencia.
En cuanto a su pregunta con respecto al aprendizaje del año 2020, es evidente que tanto asegurados como aseguradoras debemos ahora más que nunca generar un cambio en la cultura del riesgo, se deben considerar escenarios ácidos y no solo valorizar su impacto, sino también la forma en que estamos efectuando la identificación de los mismos. Hoy un Gerente de Riesgos es un cargo tan importante como el mismo presidente ejecutivo de cualquier organización y así lo estamos observando en el sector real donde estos roles se han valorizado.
¿Cuáles son los principales retos para el 2021?
El principal reto de la entidad se encuentra en mantener los niveles de solvencia y liquidez, nada diferente a lo que todas las aseguradoras están buscando en una época de bajo nivel de ventas, altos índices de siniestralidad en líneas de Vida y ARL y un portafolio de inversiones cuyos rendimientos estarán golpeados por la crisis internacional. Sin embargo, creemos que el reto adicional es llevar a La Equidad Vida a un puerto seguro dado que el entorno es crítico, particularmente por tres situaciones:
- La primera, nuestra población asegurada tiene un perfil de longevidad muy diferente al del resto del mercado porque llegamos a un segmento vulnerable y está teniendo altos índices de mortalidad. La línea de seguros del Grupo Vida ha tenido un incremento muy sensible en el importe de siniestros incurridos, incluso por encima del 90%. Esto está llevando al ramo a unos niveles de pérdida que se esperan recomponer, en gran parte, en el segundo semestre, un poco esperanzados en que el fenómeno de la pandemia comience a mitigarse con los resultados positivos de la vacunación a las personas que atendemos.
- Segundo, la ARL no va a experimentar un cambio positivo en la legislación, básicamente el Decreto 488 de 2020 emitido por el Ministerio de Trabajo va a mantenerse y seguiremos pagando los insumos de protección de la primera línea de atención al COVID-19 específicamente médicos, enfermeras y personal de vigilancia en clínicas y también servicios funerarios. Como motivo de orgullo y gracias a la reconstrucción de nuestra ARL, en 2020 nunca estuvimos negativamente expuestos en los medios de comunicación por incumplimientos al respecto, pese a que el mercado no estaba preparado para ejecutar la normativa ni teníamos la experiencia para realizar transacciones con firmas de suministro de equipos de protección.
- Tercero, el pago de las incapacidades ligadas al COVID-19 por el Decreto 488 de 2020 obligó a las aseguradoras a reconocer los afectados por este virus como enfermos de origen laboral, esto para nuestros afiliados médicos, enfermeras y todo el personal que trabaja en la primera línea de atención, afectando las reservas a futuro por casos que se desarrollen como crónicos o vitalicios que van a requerir más capital de nuestra parte.
Esperamos que en medio de esta pandemia el marco regulatorio nos permita tener un 2021 más estable porque en esta industria las alteraciones se suman en términos de miles de millones de pesos.
La Equidad Seguros es una compañía que hoy más que nunca honra los términos contractuales con los clientes ofreciendo un alto nivel de satisfacción en la atención de siniestros que se puede evidenciar en sus indicadores de oportunidad y calidad.
¿Qué proyectos adelantan para el 2021?
La Equidad Seguros hoy cuenta con un nuevo plan estratégico que inició el 1 de enero del año 2021 y tiene como objetivo principal volver al origen. Este proyecto fue meticulosamente diseñado y alineado con el apoyo de reconocidos expertos, como la firma 3C Consultores. Queremos que el sector solidario vuelva a considerar a la compañía como su primera y única opción apelando al sueño y el anhelo de sus fundadores en 1970. Si bien la aseguradora tuvo un crecimiento acelerado en la última década, competir en la arena de las grandes multinacionales con sus enormes capitales y los propios reaseguradores de sus casas matrices, es un intento que termina requiriendo grandes inversiones y altos niveles de caja que estresan la organización, somos profundamente creyentes en los crecimientos orgánicos y mesurados, acompañados de ortodoxia en la suscripción de riesgos.
En ese orden de ideas hemos decidido retroceder un poco, tener una operación más pequeña, pero apuntando a que la normalización nos lleve a periodos de excedentes positivos. Hoy, por ejemplo, estamos tratando de salirnos del molde tradicional donde nuestros competidores intentan encasillar los clientes. Queremos dejar de competir donde los demás están promocionando productos que tal vez no encajan en el apetito de riesgo de los asegurados, produciéndose un malestar profundo a la hora del pago de siniestros.
Es por ello, que se ha lanzado al mercado “Cuida Emprendedor”, el cual nace en el seno del sector solidario del país a través de conversaciones sostenidas en las oficinas de las cooperativas más humildes de Colombia. Un producto que recoge sus preocupaciones, necesidades, riesgos y basados en esta recolección de información, se logró diseñar una póliza para el ciudadano del común, aquel que tiene la vivienda y negocio en el mismo predio, donde el mercado tradicionalmente llega con dos pólizas y con coberturas poco útiles.
Cuida Emprendedor tiene como objetivo proteger los negocios y las viviendas de las familias colombianas que están vinculadas a una entidad del sector solidario, ofreciendo coberturas robustas y tarifas asequibles.
Este es la primera novedad lanzada al mercado para empezar a generar una diferenciación de la compañía, acompañado del personal idóneo, profesionales altamente calificados y con experiencia. Está claro que la combinación del factor de talento humano con tecnología puede llegar a dar grandes frutos.
En cuanto a la parte tecnológica, hemos invertido recursos razonables en plataformas de última generación para atender las asistencias del hogar, automóviles y la recepción de avisos de siniestros.
¿Cómo analiza el mercado de reaseguros en 2021?
El reaseguro es la materia prima de las aseguradoras, sus grandes capitales apalancan nuestra operación para cumplir con la normativa vigente y no los consideramos un proveedor sino un socio estratégico de la operación que merece ser tratado como tal y en eso hemos sido exitosos, en tener la confianza de los grandes actores internacionales de reaseguro que incluso hoy quieren participar mucho más de nuestro negocio. En 2020 logramos reducir los costos de intermediación de los contratos automáticos en más de $3.000 millones de pesos dado que tenemos el personal calificado para hacer lo que en otrora hacían algunas firmas externas. El mercado esta supremamente volátil y convulsionado y se esperan incrementos en los costos de coberturas catastróficas entre el 5% y 10% para 2021 y en casos como los productos de líneas financieras – D&O y E&O – incrementos hasta del 400% lo cual es una noticia poco alentadora para ese producto.
De otra parte, nuestros modelos catastróficos gozan de análisis por parte de firmas internacionales para la optimización de coberturas en función de nuestro capital.
No ha sido definitivamente un reto fácil normalizar la compañía, ¿cuáles cree usted que han sido los factores claves para llevarla a cabo?
Primero que todo lo atribuyo al compromiso de los 620 colaboradores y en especial, al trabajo cohesionado con la Junta Directiva midiendo cada una de las decisiones con rigor en la búsqueda del mejor resultado para la organización.
En adición, ofrece mucha tranquilidad los cambios que en algunas posiciones hemos realizado en la segunda y tercera línea jerárquica vinculando en cada área a los más exitosos del mercado y encajados en las posibilidades de nuestra curva salarial.
Trimestralmente estamos teniendo reuniones con todo el personal para ofrecerles acceso a la información de primera mano, esto ha sido muy bien recibido y genera cercanía con los colaboradores que hoy ven a sus directivos como un miembro más del equipo o como un hermano mayor, donde los clásicos títulos o apelativos para referirse a un cargo jerárquico superior están desapareciendo como sucede en las organizaciones modernas. Nuestra aseguradora es inclusiva, es exigente en cada rol, pero defendemos el “cómo” lograr los resultados expresando respeto por el ser humano. Queremos ser una compañía reconocida por la defensa de los valores y ser un ejemplo para muchas empresas que privilegian otro tipo de circunstancias. Nuestro equipo esta comprometido con el resultado en una cultura organizacional que poco a poco estamos impregnando positivamente.
Somos conscientes que el mercado tomó una ventaja importante en muchos aspectos estos años, pero con paciencia estamos llegando a los clientes con una oferta que nos posiciona como un jugador importante en el mercado. Nuestra presencia en redes sociales y medios impresos del sector solidario es muy fuerte y el gasto en pauta a través de esos medios y del Club Deportivo es realmente modesto frente al promedio, pero con resultados satisfactorios en recordación de marca.
¿Cómo analiza el futuro de la intermediación de seguros?
Los intermediarios están obligados a reinventarse en su oferta comercial o desaparecerán, no en vano más de 1.500 agentes naturales y agencias de seguros han desaparecido del mercado en los últimos 3 años, hoy no basta con entregar al cliente cuadros comparativos de tarifas con una gama de compañías, ese es el pasado. El papel del intermediario de seguros debe girar hacia la asesoría calificada en riesgos y al desarrollo de productos a la medida de los clientes, ese es un norte promisorio para dirigir sus esfuerzos. La Equidad sigue respetando la labor de los intermediarios en el sector privado y valora esa ardua gestión que ha impulsado el crecimiento del sector asegurador por décadas. En lo que respecta al sector solidario, estamos en la construcción de valores agregados enfocados en la administración de riesgos que difícilmente puedan ser competidos tratando de privilegiar la suscripción directa de nuestros actuales negocios.
¿Cómo cae la Ley de Emprendimiento en las perspectivas de Equidad Seguros?
Fue una coincidencia o una casualidad que se produjera esta ley porque justamente Equidad estaba caminando en ese sentido. Nosotros vamos a apoyar el renacer de la economía colombiana, un país que tiene que romper esos moldes del pasado y apoyar a los microempresarios. Hoy tenemos que llegar con productos a la medida con los que la gente se vea identificada, que ilustre con claridad las coberturas, que ofrezcan la mayor transparencia para el cliente y para el consumidor y que se alejen del lenguaje técnico de seguros, arropando los verdaderos riesgos de una familia que deriva su sustento de un pequeño emprendimiento.
“Este nuevo producto está alineado con la Ley de Emprendimiento 2069 de 2020 y busca asegurar a miles de colombianos que con sus negocios promueven la reactivación económica del país”.
Equidad Seguros respaldará a los emprendedores.
¿Cuál considera usted que es el papel del sector cooperativo en la pandemia?
No tengo un amplio recorrido en el sector solidario, vengo de laborar por 22 años en un mundo extremadamente capitalista propio de las grandes corporaciones multinacionales, pero al mismo tiempo, y después de conocer el modelo cooperativo en estos 3 años, creo tener la autoridad para decirles que existe una oportunidad única de mostrar la validez del modelo, participando en la reactivación económica de Colombia, tal como lo llevó a su ejecución hace algunas décadas un país como Nueva Zelanda. Desde entidades como la Equidad Seguros se trabaja en promover este modelo que se reconoce como generador de justicia social y equidad, un modelo donde la sociedad genera excedentes y se reinvierten en la misma.
El movimiento cooperativo puede apoyar mucho la reconstrucción del tejido social y de la economía que va a quedar supremamente resentida después de este fenómeno pandémico. El cooperativismo en Colombia y el mundo está llamado a rescatar la sociedad, y si pudiera pedir algo al Gobierno colombiano sería ese apoyo sectorial para generar un equilibrio y marcar un hito en donde volvamos a pensar en los seres humanos y su bienestar, no en el beneficio de una minoría sino en la riqueza de toda una población para subsanar la profunda polarización que nos ha dividido.
¿Algún reto a destacar en el mediano plazo?
Si, principalmente la adaptación a la normativa de IFRS17 que es en pocas palabras la exigencia de Solvencia II para las aseguradoras y que se traduce en fortalecimiento patrimonial. No hay marcha atrás en ese aspecto desde la normativa y desde ya estamos enfocándonos en el asunto con los asociados de la organización.
De otra parte, seguiremos avanzando en la modernización tecnológica de la compañía, ya hemos lanzado nuestros canales digitales de solicitud de asistencias y recientemente la de radicación de siniestros lo cual nos pone delante de muchas compañías en el mercado, algo impensable hasta hace poco.
El principio cooperativo protagonista durante la pandemia
Para el Presidente Ejecutivo de la Equidad Seguros O.C., la responsabilidad ha sido el valor protagonista de esta pandemia porque considera que “es fundamental tener responsabilidad social, con clientes, proveedores, colaboradores y con el Estado”.
Hernández menciona que la responsabilidad es un valor que permitió a la compañía soportar los impactos de la normativa y que les ha permitido hacer frente a los efectos del COVID-19 en la procura de seguir contribuyendo a la protección de cientos de colombianos y promover una nueva forma de apoyar a los empresarios de este país.
